Centros de salud

Detienen a un hombre por comerse todos los yogures de un centro de salud: pillado por una indigestión

El hombre fue detenido y acusado de un presunto delito de robo con fuerza

Yogures centro salud
Centro de salud en la Avenida de las Águilas (EP)
Rodrigo Villar

Un curioso suceso ocurrió este viernes en el centro de salud general Fajul en Madrid donde un hombre se coló en el centro médico y se comió todos los yogures y varios medicamentos. Los hechos ocurrieron durante la noche, tras cerrar este ambulatorio situado en la madrileña avenida de las Águilas.

El problema se lo encontró una de las responsables al abrir por la mañana el centro médico y descubrir varias ventanas y puertas rotas y a una persona con una fuerte indigestión tirada en el suelo.

La empleada llamó asustada a la policía y los agentes detuvieron al individuo al llegar acusado de un delito de robo con fuerza. Se trata de un español de 36 años con muchos antecedentes policiales de todo tipo. Fuentes sindicales han indicado a Europa Press que a primera hora de la mañana los trabajadores no han podido entrar al centro sanitario, no se había personado nadie de la Dirección asistencial y no podían atender a los usuarios «por la situación caótica en la que se encuentra el centro».

ROBOS EN HOSPITALES

Este tipo de delitos en centros de la sanidad pública no son tan aislados. OKDIARIO publicaba el pasado mes de diciembre que los robos, hurtos y agresiones son un calvario que viven los sanitarios valencianos en Castellón de la Plana. Los datos que corroboran esta afirmación los aportó la Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF) que denunció la falta de seguridad que se estaba registrando en las Urgencias de Puntos de Atención Continuada de Castellón. Esta organización sindical reclamó a la Consejería de Sanidad del Gobierno del socialista Ximo Puig más seguridad para el personal sanitario.

En concreto, el sindicato denunció que sólo en los últimos 4 meses se habían registrado al menos cuatro hurtos y un quinto en grado de tentativa en las Urgencias de uno de los centros de salud de la capital de La Plana. En concreto, el de Fernando el Católico. Se da la circunstancia de que aunque para atender las Urgencias el centro cuenta de modo continuado con dos médicos, dos enfermeros y un celador,  la elevada presión asistencial hace que resulte materialmente imposible un control adecuado de los accesos.

Además, los despachos de esa zona tienen cerradura pero no llave, según denuncia CSIF. Tampoco, ha instaladas cámaras de seguridad y carece además de taquillas suficientes para que el personal pueda depositar sus enseres de modo adecuado en su horario laboral.

Este medio publicó que la situación en dicho centro se agrava más aún por el colapso que padece esta instalación donde antes del inicio del turno del personal de Urgencias ya hay entre 15 y 20 personas que esperan en las puertas para ser atendidas. Los facultativos suelen tener citados a en torno a 50 pacientes entre las 15 y las 17 horas. La consecuencia de ello, según CSIF, es que los pacientes deben esperar más de una hora o incluso en ocasiones hasta 2 horas y sus efectos son un incremento de las «agresiones verbales al personal sanitario».

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